Comerciantes ambulantes del centro tapatío acusan de presunto robo a inspectores quienes con el pretexto de hacer operativos les decomisan la mercancía, sin dar folio.
Un comerciante afectado, consciente de que está prohibido el ambulantaje en el centro, dice que los inspectores de forma violenta quitan la mercancía a los que no pagan “una cuota” de 200 pesos cada semana.
En caso de oponerse al “operativo”, los inspectores piden apoyo a la policía.
“No hay ningún comerciante ambulante que llegue ante el Juez municipal por vender en zona prohibida, más bien hacen cargos falsos por alterar el orden público o faltas a la autoridad”, dijo el afectado.
Incluso asegura que “los comandantes de la zona saben la verdad y aun así arrestan a sus compañeros comerciantes”.
El comerciante afirma que el pasado fin de semana los inspectores no lograron su objetivo, puesto que policías tapatíos (honestos, la mayoría no lo son) impidieron que les quitaran la mercancía.
El denunciante asegura que los ambulantes que se ubican en la avenida Juárez pagan otra tarifa, de 50 pesos por día.
El dinero se entrega a una mujer llamada Miriam, así como a Martín Pérez Aguirre quienes después llevan “la cuota” a los inspectores.