El Atlas viene de menos a más y consiguió pasar a la final venciendo en semifinales a los Tigres de la UANL, con marcador global de 5-4 (3-0 la ida y 2-4 el regreso), en una de las eliminatorias más controvertidas en la historia de la liguilla.
El acceso a la final tuvo su innata controversia que persigue a los rojinegros desde su nacimiento, hace más de un siglo.
En el torneo pasado fue la discusión sobre un golpe en la nariz del delantero de Pumas, Juan Ignacio Dinenno, en la final incidente del que aún se habla.
En esta semifinal no fue la excepción, es difícil pedirle a los rojinegros una eliminación tranquila, sin sustos o sobresaltos, está en su ADN, no quiere, no sabe, o no puede alejarse del sufrimiento.
Cuando se pensaba que un 3-0 en el Jalisco podría a los Tigres en la lona, más cuando antes del primer tiempo en Monterrey se pusieron 1-0 arriba; el segundo tiempo sería de mero trámite. Los “Zorros” no conocen esta palabra, hicieron lo posible por complicarse la vida y ganar como sólo ellos saben: “a lo Atlas”.
Los rojinegros sin un gran poder ofensivo, estaban en la lona, cuando Tigres logró empatar el marcador global, ganaba el partido 4-1, lo que les daba el pase a la final por su mejor posición en la tabla; faltaban pocos minutos. Un penal controvertido ejecutado por el capitán del Atlas, Aldo Rocha, quien además recibió la falta dentro del área.
Como en todos los partidos importantes en que participa el Atlas, no dejó de haber controversias, penales, faltas, todo lo que compone el ADN de Atlas.
Después del partido hablan de una alineación indebida por parte de Tigres, que le daría el triunfo al Atlas 3-0. Pero esa es la versión oficial; soy un romántico y me quedo con el resultado del partido.
Pero como haya sido, Atlas, por primera vez, jugará dos finales consecutivas, algo que para la “Fiel” (seguidores rojinegros) es como un sueño, que alguien los despierte, espero que no el Pachuca.
Efectivamente Pachuca será su rival a la final tras ponerle una bailada al América, ganando con marcador final de 5-1.
El Pachuca sí que supo manejar empate a un gol con que terminaron el partido de ida en el estadio Azteca y el domingo en el estadio hidalguense logró un contundente 4-0, exhibiendo las carencias de la “Águilas” y mostrando que son favoritos para coronar.
No sé si la final será espectacular, pero tengan la seguridad de que dramática sí, es la marca y el ADN del Atlas.
¡Vamos Rojinegros!