A lo que va del año de este 2023, Jalisco ocupó el primer lugar por superficie dañada a causa de incendios forestales. Según la Comisión Nacional Forestal (Conafor) al 15 de junio se reportaron más de 130 mil hectáreas consumidas por incendios en nuestro estado.
Aunque sin duda a todos nos queda claro que este daño también implica las vidas de animales no humanos, casi siempre la mayoría permanece en la indiferencia a causa de un “naturalismo imaginativo”.
Este tipo de naturalismo da por hecho los incendios bajo la retórica de que “es temporada de incendios”, sin cuestionar las prácticas humanas que los originan y mucho menos tener la capacidad de empatía por esos animales que son afectados o mueren según los grados de quemadura a la que son expuestos.
Las quemaduras causan a estos, ampollas, hinchazón, perdida de piel, infecciones y la muerte instantánea o lenta por falta de atención médica.
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Otros más mueren por asfixia, al inhalar inevitablemente el humo causado por el fuego. El dolor, sufrimiento o muerte que causa una quemadura o la inhalación de humo a estos animales queda la mayoría de las veces silenciado en el mundo administrado en que viven los humanos.
El naturalismo imaginativo cuantifica las hectáreas quemadas, a través de números que abstraen el sufrimiento de los animales.
A este naturalismo le importa el daño que afecta distintos intereses humanos; si se habla de afectaciones a la “fauna” esta es vista como costes que se deben asumir.
Los llamados animales silvestres nunca escaparon de la crueldad humana, muchos de ellos fueron y siguen siendo arrinconados a causa del cambio de uso de suelo, sea para ganadería, agricultura o las inmobiliarias.
Otros son matados por considerarse plaga para las industrias o para los habitantes de nuevos fraccionamientos sean estos de altos o bajos ingresos.
Los animales que logran sobrevivir, continúan sufriendo por la escasez de alimento, agua, salud o seguridad ante el acaparamiento humano de sus territorios.
Solo en la irracionalidad del “naturalismo imaginativo” la muerte y sufrimiento de los animales causada por los incendios forestales no es lo suficientemente relevante para aparecer en las notas periodísticas y mucho menos lo es para cuestionar el “progreso” construido con el sufrimiento y muerte de incontables animales no humanos.
Es un golpe de conciencia pensar en lo habituados que estamos al sufrimiento para que no cause siquiera angustia vivir entre incendios y animales arrinconados por nosotros mismos. Nunca había escuchado del naturalismo imaginativo y me parece muy fuerte pretender naturalizar lo que claramente no es natural mientras se lleva incontables vidas y aún más dolor.
Gracias por contribuir a visibilizar el sufrimiento de los animales silvestres. Empecemos a tomar conciencia de este problema.
Se tendrá alguna estadística de animales no humanos, por hectárea de terreno silvestre. Sería importante que se dieran a conocer números y que tipo de fauna son abatidos en cada incendio. Saludos y sigan con este buen trabajo, Doctora Nely.
Justo en la marcha del domingo pasado varias personas hablamos de esta tragedia, animal, forestal y por ende del planeta y todo por el lucro.
Gracias por este texto que expone la cruda realidad que viven los animales durante los incendios forestales. Es urgente dejar de ver a los habitantes de bosques y selvas como componentes inanimados del medio en cuestión. Ya es hora de considerar la vida de otros seres sintientes y, principalmente, hacernos responsables del terrible daño que directa o indirectamente les estamos causando a los animales.
Sí, con los incendios forestales no solo se merman “servicios ambientales”; no solo se pierden “pulmones” para las ciudades o zonas de captación de agua pluvial. Esos lugares son el hábitat de muchos individuos sintientes, que si no mueren por las llamas o el humo tienen que sobrellevar las heridas, deshidratación y el (sobre)vivir entre las cenizas de lo que alguna vez fue su hogar. Y no hay que olvidar que el 99 % de ellos son provocados por los humanos; rara vez hay algo así como un incendio de los que llaman naturales.
Me parece muy importante visibilizar las consecuencias de los incendios forestales en términos de las vidas de animales no humanos. Si bien la sensibilidad va creciendo, aun estamos lejos de una ética y una justicia legislativa que obligue a tomar acciones en reparación de tales siniestros. Estos artículos animan a continuar con las convicciones y adquirir otras más, también me parece que vamos contra corriente, es decir contra cultura de consumo. Gracias Dra Nely, por tu entrega y aliento.