Una historia de terror, brujería, maldiciones y posesión, que ocurre en una familia mexicana en los años ochenta, sin recurrir a los clichés del cine de la época, la película logra crear una atmósfera macabra, con una producción sencilla y de bajo presupuesto.
El director Arturo Ripstein nos entrega una cinta de culto con “La Tía Alejandra”, la historia no sucede en el bosque, o aquerrales, o un caldero hirviendo y una bruja con una enorme nariz y una verruga. El ocultismo, brujería, ocurre en el seno de una familia mexicana que vive en la ciudad de México en los años ochenta.
Con ese toque de terror moderno, en su tiempo, lo macabro sucede en una gran urbe, con una señora de edad avanzada, aparentemente inofensiva, que es La Tía Alejandra. Sus grandes conocimientos de ocultismo pronto los pondrá en práctica para lograr su objetivo.
Con su llegada, la familia que la recibe, empezará a vivir sucesos extraños, y comenzará a desintegrar su unión. Los problemas de dinero harán ver en la tía como una solución, pero el precio será muy alto;C. cómo puede ser la muerte de algunos de sus miembros.
Se darán cuenta que todo el mal que envuelve a la familia es causado por la tía Alejandra, pero esto será muy tarde. La película es maravillosa, la pude ver en Youtube, por la noche, celular en silencio y solo, lo cual es otro experiencia.
La película de Arturo Ripstein tiene como protagonistas a Isabela Corona, Diana Bracho, Manuel Ojeda y María Rebeca. “La Tía Alejandra” es una película de culto que se estrenó en 1980.
Spoiler
Al final parece o da a entender que la tía Alejandra se apoderó de la niña, que llega con el collar de la tía y con la típica mirada pérdida de un poseído, eso explicaría el porque se dejó matar, el porque quería a la niña y al final la mamá se queda pálida al ver que más bien, no pudo salvar a su última hija.