La biopic de Roberto Gómez Bolaños deja mucho que desear, frases icónicas del comediante y los gags entran con calzador, sin gracia, sin carisma y una mala dirección.
El encargado de realizar la biopic de “Chespirito”, es Roberto Gómez Fernández, hijo del comediante, y como suele pasar cuando se involucra la familia en la producción, se cae en el error de halagar al protagonista que están a tres minutos de convertirlo en santo.

El casting es muy bueno, los personajes si tienen gran parecido, la serie se basa en el libro de Roberto Gómez Bolaños,”Sin querer queriendo, memorias”, pero los diálogos son bobos, y las frases del Chavo del Ocho que veíamos en la televisión de los 80, entran a fuerza, sin carisma.

La bioserie está enfocada a fanáticos y admiradores de “Chespirito”, como puede ser el centro y al sur del continente americano. En los dos primeros capítulos la serie no presenta ritmo, ni humor, no da risa, hay capitulos de la rosa de Guadalupe más armados.

La biopic “Chespirito: sin querer queriendo”, tiene frases que caen en lo cursi y ridículo, como cuando Roberto Gómez de niño dice: ¿Papá de que color es la risa? La respuesta del papá es: eres todo un artista. Y a esto hay que sumar una mala dirección.

Más que una biopic es una hagiografía, y el morbo es una herramienta para su venta. Si te atreves a verla, “Chespirito sin querer queriendo” está disponible en Max.