Luis Buñuel, como director surrealista, exploró a menudo las profundidades del subconsciente y el deseo humano, lo que se manifestó en una serie de fetiches y obsesiones recurrentes a lo largo de su filmografía.

Empecemos con el fetiche de los pies y calzado femenino. Este es, sin duda, uno de los fetiches más prominentes en su obra. Los pies y los zapatos de mujer aparecen de forma constante, a menudo con una carga erótica o simbólica.
Recordemos la escena en “Un perro andaluz” donde la protagonista chupa el pie de una estatua o en “Ensayo de un crimen”, un zapato de mujer en la mesa de juego y la pierna desarticulada de un maniquí de cera. También en Viridiana, el zapato de su difunta esposa y la contemplación de los pies de su sobrina despiertan el erotismo en Don Jaime.

La película “Diario de una camarera”, el tema de los borceguíes y los pies es constante, incluyendo una escena donde la protagonista se quita las medias negras y no olvidemos en “Tristana”, la prótesis de la pierna y la cojera de la protagonista excitan el deseo de Don Lope.

En “La edad de oro”, Lya Lys, tras ser abandonada, chupa el pie de la estatua de mármol. En “Los olvidados”, la madre de Pedro se lava las piernas mientras el Jaibo observa. El filme “Ese oscuro objeto del deseo”, prendas femeninas como una braga mojada o un pañuelo caído en el parque, o un bastidor para bordar.

Otro fetiche común son las piernas femeninas: Relacionado con el anterior, la obsesión por las piernas de las mujeres es una constante, a menudo enfatizadas o mostradas de manera sugerente. Otros objetos y prendas femeninas: Además del calzado, Buñuel explora el fetichismo hacia otras prendas íntimas o accesorios que evocan la figura femenina y el deseo.

Insectos: Aunque no es un fetiche en el sentido erótico, Buñuel utiliza la imagen de los insectos (vistos en macrofilmación, por ejemplo, en La joven o Viridiana) como una obsesión recurrente que a menudo evoca lo repugnante, lo inquietante o lo irracional, elementos clave en el surrealismo.

Lo onírico y el subconsciente: Si bien no es un fetiche en sí, la constante exploración de los sueños, las visiones, y los estados alterados de la conciencia son el motor de muchas de sus películas y a menudo se entrelazan con sus fetiches específicos, dándoles un carácter simbólico y perturbador.

En general, los fetiches en las películas de Buñuel no son meras provocaciones, sino que forman parte de su exploración del deseo, la represión, la moral burguesa y la irracionalidad inherente a la condición humana.