En el libro Refundación Penitenciaria en Jalisco, una visión humanista, su autor, el exdirector de los reclusorios, Antonio Pérez Juárez hizo una recopilación de trabajo de todos los servidores públicos de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social de Jalisco, de Institutos de Educación y de varias personas externas.
El exfuncionario que renunció al cargo el 5 de diciembre por cambio de administración dejó evidencia de que el Sistema Penitenciario en Jalisco es único en el mundo por lograr la reinserción social.
En el sistema carcelario actualmente hay 3 mil 215 personas estudiando desde alfabetización hasta licenciatura.
Pérez Juárez consiguió que personas privadas de libertad obtuvieran grados de estudios de todos los niveles para una nueva oportunidad y poder lograr iniciar sus vidas con diferentes perspectivas.
También, durante su periodo se impartieron varios talleres en temas culturales; destacó la presencia de la Filarmónica de Jalisco que ofreció un concierto a todos los privados de libertad y sus familias.
Otro aspecto positivo es que los reclusos de las dos áreas, femenil y varonil, editaron sus propios libros de poesía y reflexión de sus vidas, y participaron en la elaboración del alebrije de las mil voces, se realizó una “antología letras cautivas” con el Sistema de Educación Media Superior (SEMS), y otras obras más de la Universidad de Guadalajara, así como de otras casas de estudio.
Cierro citando una pequeña frase de Michel Foucault en el libro de vigilar y castigar: “Es feo ser castigado, pero poco glorioso castigar”.