El director Osgood ‘Oz’ Perkins también es guionista de ‘Longlegs’, crea una historia satánica, oscura y violenta, con ritmo perfecto, y un Nicolas Cage maravilloso.
La película “Longlegs: coleccionista de almas” se inspiró en un hecho real, en el asesinato de JonBenét Ramsey, una niña de 6 años en 1996; su director y guionista Perkins logra entregarnos una historia oscura con excelente narrativa.
No es una cinta de terror propiamente, no es la película que va hacer gritar, sin embargo la fotografía es fascinante y cada toma se convierte en postales para poder tener pesadillas a la hora de dormir. La música es perfecta para crear esa admosfera oscura, fría y envolvente.
Cada uno de los personajes están bien desarrollados, las actuaciones son de gran nivel, y es Nicolas Cage quien destaca, si bien solo aparece unos 10 minutos, sus apariciones son disfrutables, lleva a su personaje a un nivel que será inolvidable Longlegs.
La trama nos cuenta cómo el FBI intenta atrapar a un retorcido asesino en serie que logra introducirse en los domicilios de sus víctimas sin dejar prueba alguna de su presencia.
Mientras una agente intenta unir las pistas que podrían dar con el criminal, y la presencia de unas muñecas de tamaño real de las víctimas enrarece el caso y hace que sea más denso el filme.
En los primeros minutos de “Longlegs” logra engancharnos con una estética aterradora, y seduciendo a los amantes del terror. Esta es una película que ya es considerara de culto, y que puedes ver en el catálogo de Amazon Prime Video.
El hecho que inspiró a crear Longlegs
una niña de 6 años ganadora de concursos de belleza infantil, fue encontrada muerta en el sótano de su casa familiar en Boulder, Colorado, el 26 de diciembre de 1996.
Descubrimiento: JonBenét fue reportada como desaparecida por su madre, Patsy Ramsey, en las primeras horas de la mañana después de que afirmara haber encontrado una nota de rescate exigiendo $118,000 por el regreso seguro de JonBenét.
Su cuerpo fue descubierto más tarde ese día por su padre, John Ramsey, en un cuarto de almacenamiento en el sótano. La autopsia reveló que JonBenét murió por estrangulamiento y una fractura de cráneo.
Se encontró una garrote hecha con un mango de pincel y un cordón de nailon alrededor de su cuello.