Vaya lío en el que se encuentra metido el futbolista brasileño Dani Alves, quien en su tiempo fue ídolo en el Club Barcelona, de quien se despidió en medio de bomba y platillo, con lágrimas y sentimientos de sus compañeros, aficionados y del propio astro brasileño.
Alves jugó los último seis meses de 2022 en el Club de Fútbol Pumas del futbol mexicano, refugio que encontró para prepararse para jugar en mundial de futbol Qatar 2022, con la escuadra verde-amarilla.
La llegada de Dani Alves al futbol mexicano fue una “bomba”, toda una sorpresa, no sólo por los antecedentes del futbolista, sino porque poco o nada aportó no sólo al futbol mexicano, sino al equipo de Pumas, con quien fue testigo de una de las peores actuaciones del cuadro universitarios en los últimos tiempos y que le costó el puesto al argentino Andrés Lillini, quien lo alineó como titular y jamás fue sustituido, aunque se negó que fuera parte del contrato.
Alves retornó a Barcelona a un compromiso social y fue convencido para que se presentara ante la justicia por la denuncia de una joven de 23 años quien lo acusó de haberla violado en la discoteca “Sutton”.
El brasileño, con la mayor inocencia se presentó, pensando que era un delito menor, sin darse cuenta que el expediente en su contra era sólido y ante sus titubeos y cambio de versión, la juez decidió mandarlo a la cárcel por el riesgo tan grande que representaba su posible huida ya sea a Brasil (con quien España no tiene tratado de extradición) a algún otro país.
Mintió cuando la juez le pregunto su salario, contestó que 30 mil Euros al mes, le faltó un cero, ya que la abogada con contrato en la mano le demostró que eran 300 mil.
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Después de acariciado las estrellas, siendo figura en Barcelona, en la selección de su país, con dinero y fama, hoy duerme en una fría prisión de España, incomunicado (le quitaron su celular) y sin recordar los números telefónicos de sus seres queridos.
La supuesta victima, una joven de 23 años no quita el dedo del renglón y ante la juez declaró que no quiere reparación del daño (sustancial pago económico) quiere justicia y que el jugador pague con cárcel. De ser hallado culpable, tendría una sentencia de 4 a 12 años.
Cuentan que Dani está en “Shock”, aunque ante la justicia y ante toda evidencia contraria, primero dijo desconocer a la víctima, después que fue ella la que se le echó encima.
Las pruebas son contundentes, existen videos, testigos, quienes han dado su versión y la situación legal del astro brasileño no es fácil.
Necesitará más que dinero para convencer a la muchacha de que retire la demanda, pero primero tendrá que reconocer los hechos, ya que esta situación agrava más un supuesto perdón.
Por lo pronto, Pumas ya le rescindió el contrato y actualmente no tiene equipo.