Más allá de los tiempos legalmente permitidos para realizar actos de campaña, y dejar en claro los diferentes grupos que se disputarán la presidencia de la República en 2024, es evidente que cada día todos ellos aprovechan el mínimo escenario para montar sus posiciones y aspiraciones políticas. La ceremonia conmemorativa del 106 aniversario de la Constitución de 1917, celebrada en Querétaro, no fue la excepción. Al contrario, la regla quedó claramente manifiesta.
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De cara a los discursos del presidente, Andrés Manuel López Obrador; de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña Hernández; y del presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda, pudimos atestiguar las disputas por la nación de estos tres personajes y los grupos políticos afines a ellos.
Por un lado, López Obrador realizó un recorrido histórico por las políticas públicas contra la población llevadas a cabo durante el periodo neoliberal y revertidas, algunas de ellas, bajo la Cuarta Transformación en beneficio de los ciudadanos.
En su alocución, López Obrador recordó el carácter antipopular y antinacional de las reformas a la Carta Magna efectuadas de la década de los ochenta, y señaló que todas ellas se orientaron a favorecer los intereses de una minoría nacional y extranjera.
En tanto, la ministra presidenta, recalcó la importancia de la independencia de los poderes e hizo hincapié en el fundamentalismo legal, además de reivindicar la autonomía de la Judicatura.
Por su parte, Santiago Creel insistió en revertir algunas de las reformas que él y su partido el PAN consideran un retroceso para la República. Así, el tinglado político quedó montado.
Con miras en la elección de 2024, Morena y los partidos que lo respaldan como el PT y el PVEM, tendrán enfrente la coalición tripartita formada por Acción Nacional, el Revolucionario Institucional, y el Partido de la Revolución Democrática. Sin aparente alianza irá Movimiento Ciudadano en busca de ganar algo más de lo que le han prometido si se sumará a la alianza anti4T.
Más allá de la manera en la cual Piña Hernández rompió los protocolos de la ceremonia al no levantarse de su asiento cuando se presentó oficialmente al presidente, me queda claro que luego del evento en Querétaro se agudizaron los enfrentamientos políticos entre el gobierno federal y la oposición.
Lo que veremos en las siguientes semanas será el alineamiento, casi definitivo, de los suspirantes presidenciales y sus grupos de poder en busca de la presidencia de la República.
Al tiempo.
Profesor Tec de Monterrey
@contodoytriques