vie. Abr 26th, 2024
mujer empoderamiento
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El 8M, acaba de pasar, la mayoría de las jaliscienses se reunieron para conmemorar esta bella fecha, vimos en las cartulinas coloridas con buenas frases como “yo sí te creo”, es un día en que todas estamos unidas y nos cuidamos.

Pero, ¿Por qué aun en la actualidad no hemos logrado estar unidas en otras fechas? Me atrevo, como mujer feminista a hacer observaciones que aún existen en la actualidad.

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El 8M conmemoramos a las mujeres que pasaron a la historia y nos empoderaron en la
actualidad, lograron que seamos reconocidas en los derechos humanos, a poder votar, usar pantalones, trabajar, decidir si queremos familia, educación sexual, educación, autonomía, etcétera.

Hasta el punto que tenemos una fecha para estar reunidas en la vía pública y conmemorar todas unidas. Feminista, no feminista, ser o no ser parte del grupo del bloque negro; solo por el hecho de ser mujer esta fecha nos une.

Pero pasa el 8M, y olvidamos que esta conmemoración nos empoderó y no solo como género si no también es una tarea personal el empoderarnos como mujeres.

Debemos quitarnos la programación de ser hembritas (reconozco que aún existen muchos masculinos agresivos con nosotras), y comprender que algunas tenemos hermano, padre, tío, amigos, compañeros de trabajo que no son machistas.

Ellos se reúnen a la conmemoración por la conciencia de que tienen madres, abuelas, hermanas, amigas, novia y respetan y están dispuestos con nosotras a cambiar los hábitos negativos que no ayudan a la realmente igualdad de género.

En lo personal como mujeres debemos quitarnos el femichismo, esa competencia con otra chica, evitando agredir en redes, en secreto o directo y reforzando nuestra inteligencia emocional, entendiendo que si sale el sol para uno sale para todos.

Nuestro empoderamiento no solo es social, es particular, un amor propio de verdad sin romantizarlo, aceptando cada defecto propio que también puede ser una virtud sabiendo utilizarlo, respetando a cada ser.

Olvidar la competencia entre nosotras y apoyar, recordando que: “Una mujer empoderada no compite con otra mujer… tiene claro que el sol sale para todas y su propia competencia es su propia persona”.

El día que entre nosotras dejemos de compararnos y recordemos que nuestros dedos son de la misma mano pero son diferentes, y cada uno son importantes (expresión de ejemplo como metáfora),
podremos haber avanzado en nuestra igualdad de género.


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Dulce Huerta

Por Dulce Navarro Huerta

Licenciada y Maestra en Derecho por la Universidad de Guadalajara, fundadora de Iustus integridad y Dignidad A.C. Feminista. Doctorante por la Universidad de Salamanca, España.

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