En la actualidad hay que dividir el trabajo del director, no es mismo trabajar para una plataforma como Netflix que hacer un filme para cine.
La película más reciente de Martín Scorsese “Los Asesinos de la Luna” es un trabajo muy bueno si lo comparamos con lo que se hace en las plataformas, está se hizo para Apple TV, pero que está lejos de lo hizo como independiente, obras maestras como “Taxi Driver”, Buenos Muchachos ” o “Los Infiltrados”.
“El Irlandés” también es una película con gran narrativa con todo el sello de Scorsese, pero fue ninguneada por los suscriptores de Netflix, es un trabajo no apreciado por los fieles de esta plataforma, y está joya solo se empolva entre miles de películas.
Pero también existen películas que son realizadas para la pantalla del cine, el caso más reciente “Oppenheimer” filmada para verse en IMAX, una magna producción que abarrotó las salas de cine y que ofrece una experiencia única, por lo cual muchos seguimos diciendo que el cine se ve mejor en el cine.
Una película que me gustó mucho es “AIR” historia de la marca de los tenis que utiliza la imagen del ex basquetbolista Michael Jordan, se estrenó en cines y fue un fracaso en taquilla, una producción pensanda para la plataforma de Prime Video y que visualmente no ofrece nada, y que resulta no tan grata en un cine, aún que la película es buena.
Me pasó con la película “El Asesino” de David Fincher, que la dirección es genial, oscura y elegante, pero con monólogos superfluos y repetitivos; el trabajo se hizo para Netflix y si comparamos las anteriores producciones de Fincher como “La chica del dragón tatuado”, “Pérdida” o “El club de la pelea”, “El Asesino” está lejos de las joyas de los filmes que se hicieron para el cine.