La búsqueda de explicaciones para comprender ciertos comportamientos humanos ha sido motivo para elaborar teorías, desde diversos ámbitos del conocimiento. Uno de estos comportamientos es el nombrado con el concepto de sacrificio, estudiado, por cierto, por la antropología.
El sacrificio es un fenómeno social que ha acompañado a diversas culturas en casi toda la historia de la especie humana. Si nos hacemos la pregunta sobre ¿qué es lo humano?, sin duda la acción de realizar sacrificios es algo que identifica a esta especie animal.
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Interesa preguntarnos nuevamente por esté fenómeno, en pleno siglo XXI, puesto que es posible hacer una analogía respecto a las funciones del sacrifico, pero no, con aquello que implica en su ámbito religioso.
En otras palabras, es evidente que a través del estudio del acto sacrificial llevado a cabo por los antropólogos Marcel Mauss y Henry Hubert en su Ensayo sobre la naturaleza y la función del sacrificio no se podría explicar la actual matanza de animales, incluso ni siquiera aquella que se efectúa en periodos de la Semana Santa y de Pascua.
Si bien, desde el análisis de estos antropólogos, la matanza que se realiza fuera de un lugar sagrado, es considerada como un CRIMEN.
En nuestras sociedades industriales la actual matanza de animales no es considerada como tal por razones como las siguientes:
- 1) Aunque es obvio que esta matanza se efectúa fuera de un lugar sagrado, la mentalidad industrial no se guía por los parámetros religiosos que estudian Mauss y Hubert, por ello no se presenta como un crimen.
- 2) Además, esta matanza está administrada por un nuevo culto: la ideología capitalista, de aquí que sea nombrada dentro de los marcos jurídicos como “sacrificio”. De esta manera, el sacrificio-matanza actual se mantiene firme, porque se sustituye el ámbito religioso antiguo por el ámbito económico, o mejor dicho “el capitalismo es una pura religión de culto, quizás la más extrema que jamás haya existido.” (Benjamín,1985:187).
- 3) El sacrificio-matanza no es considerado por el común como un CRIMEN, pues este sacrificio funciona bajo una índole ambigua de las cosas sagradas (Hubert, Mauss, 2019) como lo hacia el sacrificio antiguo.
Me explico, el animal utlizado para el sacrificio-matanza queda suspendido -como en la antiguedad- entre la divinidad y el mundo profano cotidiano, no pertenece a ninguno de estos mundos, se desencarna y en el capitalismo esta suspensión se traduce en la perdida fantasmagórica de su sintiencia y subjetividad interna: son meros valores, mercancías.
Así, la matanza-sacrificio no puede ajustarse a las normas sociales, al código penal porque su muerte no es un delito, ni un crimen, sino más bien acciones que “deben” realizarse para agradar a
nuevos dioses: la gula, el fetiche o la acumulación de riquezas.
A su vez, el sacrificio-matanza se lleva a cabo en con fines “sagrados-capitalistas” donde se establecen las pautas, formas y tiempos en los que cada animal debe ser sacrificado.
Ya no es un texto religioso-sagrado el que marca estas formas y tiempos, sino normas jurídico-capitalistas que hacen referencia a costumbres religiosas.
Existen tiempos “propicios” para la matanza-sacrificio de ciertos animales, como suponía el sacrificio religioso. Se sacrificaban vacas negras en tiempos de sequía o caballos negros para evitar inundaciones (Hubert, Mauss, 2019), de igual forma el capitalismo religiosamente llena los mercados de cuerpos mutilados de vacas, cerdos o pollos para tiempos cotidianos; de pavos, terneras o lechones para tiempos
navideños; de peces, pulpos o camarones en tiempos de Pascua o Semana Santa.
Se estima que en estas fechas solo en el Estado de México se sacrificaran 75 mil toneladas de peces.
El capitalismo como “sistema religioso se arroja a un movimiento monstruoso” (Benjamín,1985:187).
La descomunal matanza-sacrificio de animales en estos tiempos de Pascua y Semana Santa es expresión de dicha monstruosidad: un infierno anclado en el mundo capitalista.
Fuentes:
Benjamin Walter, (1985) El capitalismo como religión, consultado en:
https://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/127662/Documento_completo.pdf-
PDFA-10-14.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Hubert Henri, Mauss Marcel, (2019), Ensayo sobre la naturaleza y función del sacrificio,
Argentina: Waldhuter.
La infernal industria carníca es la peor facción de los capitalistas en donde se asesisan seres sintientes, únicos e irrepetibles para lucrar y generar exceso de riquiza, es análoga a la explotación de los humanos pero con resultados directamente mortales.
Parece que la humanidad se ha empecinado en buscar motivos para torturar animales con cada diferente festejo religioso. Y sí, el capitalismo se aprovecha de ello y lo lleva a magnitudes todavía más grotescas. El verdadero sacrificio es el que soportan los animales por nuestra gula y nuestro especismo.