Maltrato hacia los animales: espejo de descomposición social  

Se estima que en México existen alrededor de 80 millones de animales de compañía. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), siete de cada diez de estos animales sufren maltrato.

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Nuestro país ocupa el primer lugar en maltrato animal a nivel Latinoamérica (Rojo, 2023). Derivado de lo anterior, el Senado de la República (2023) se ha manifestado al respecto al apuntar en “la necesidad de revisar las políticas públicas, los presupuestos y, en general, el compromiso y la efectividad de las instituciones para prevenir y atender el maltrato de los animales.”

El maltrato animal, según el Código Penal de Jalisco en su Capítulo único “Crueldad contra los animales” Artículos 305, 306 y 306 Bis se define como aquellos actos de “mutilación, alteración a la integridad física, orgánica o funcional de los tejidos […] acto u omisión que ocasione dolor, afectación al bienestar, o lesión […] omisión de brindar la atención médico veterinaria cuando así lo requiera el animal […] provocar o inducir a los animales para que se ataquen entre ellos o a las personas […] privación de aire, luz, alimento, agua, abrigo o espacio acorde a su especie”.

Existe poca sensibilidad y educación a nivel social sobre la relevancia del bienestar animal y su impacto en la sociedad.

De hecho, en nuestro país, la violencia hacia los animales no se ha vinculado seriamente con la violencia de género y doméstica.

En efecto, se ha demostrado que, en no pocas ocasiones, la violencia hacia los animales por parte de hombres, se utiliza como un mecanismo efectivo de control de mujeres y niños, pues “en ocasiones, la amenaza o el maltrato real de esos animales dependientes y apreciados por las mujeres pueden constituir una violencia psicológica contra ella” (Bernuz, 2015:100).

A su vez, las infancias cuando presencian maltrato hacia los animales en su entorno familiar y lo normalizan es porque también han presenciado violencia doméstica que luego los niños podrían reproducirla en otras etapas de su vida (Asione, 2005).

Sobre lo anterior, existe un dato relevante: un porcentaje considerable de mujeres que son víctimas de violencia han señalado que sus parejas han ejercido violencia hacia sus animales de compañía y casi la mitad permanecen con su maltratador por no abandonar a sus animales (Caravaca C, Sáez J, 2022).

Así, los animales domésticos, llamados de compañía, que se encuentran en los hogares humanos comparten los peligros del domicilio.

Causas de violencia

Estas víctimas no humanas son aún más susceptibles a sufrir violencia por varias causas:

• 1) En nuestro Código Civil continúan siendo juridificados como cosas, bienes, propiedades, mercancías y, a nivel moral, el desprecio por sus vidas sigue siendo la regla y no la excepción;
• 2) Las pocas normas que existen en materia de bienestar animal, se desconocen a nivel social, al igual que las formas para denunciar prácticas crueles;
• 3) No existe una capacitación ético-jurídica del profesional veterinario para implicarse en la detección y denuncia del maltrato o violencia animal;
• 4) Casi siempre la violencia se efectúa en el hogar, difícil lugar para detectar actos de este tipo;
• 5) los animales no pueden expresar de manera verbal, la violencia a la que son sometidos;
• 6) Falta de información y/o apatía por parte del poder legislativo, para que se reconozca el maltrato o violencia animal como indicador de riesgo social;
• 7) Ausencia de formación – desde edades tempranas- en materia de bienestar y respeto hacia los animales;
• 8) Un marco jurídico riguroso, para la venta y crianza de animales de compañía cuando existe una sobrepoblación;
• 9) La criminología como disciplina científica no ha conseguido que el sistema penal cuente con una lectura distinta de la violencia contra los animales. Si efectivamente queremos construir sociedades donde las relaciones estén basadas en principios de solidaridad, empatía o respeto, será necesario erradicar la violencia ejercida hacia los demás animales.  

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_Referencias:

_{Asione F.R (2005) Children and Animals: Exploring the Roots of Kindness and Cruelty: Purdue University Pres. West Lafayette.} 

_{Bernuz, M.J. (2015) “El maltrato animal como violencia doméstica y de género. Un análisis sobre las víctimas”, Revista de Victimología, 2, pp. 97-123}

_{Caravaca C, Sáez J, (2022), “La violencia hacia las mascotas como indicador en la violencia de género”, en: Tabula Rasa, no.41, consultado en: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1794-24892022000100269}

_{Rojo A, (2023) Cámara de diputados LXV Legislarura, “México, primer lugar en maltrato a niavel Latinoamérica, señala Ana Karina Rojo”. Consultado en: https://comunicacionsocial.diputados.gob.mx/index.php/notilegis/mexico-primer-lugar-en-maltrato-animal-a-nivel-latinoamerica-se-ala-ana-karina-rojo-}

_{Senado de la República (2023), LXV Legislatura, “Siete de cada 10 mascotas en México sufren maltrato, señala estudio del IBD”, conusltado en: https://comunicacionsocial.senado.gob.mx/informacion/comunicados/6132-siete-de-cada-10-mascotas-en-mexico-sufren-maltrato-senala-estudio-del-ibd}