Desde el jueves pasado al término del debate presidencial en Estados Unidos y hasta el lunes de esta semana, el candidato republicano, Donald Trump se ha anotado al menos tres victorias.
La primera
La primera fue el triunfo que le dieron en el debate las audiencias, los comentócratas y los medios de comunicación.
A pesar de las mentiras que mencionó consistentemente, de la poca claridad en sus propuestas de gobierno, y de su demagógica narrativa, el republicano se alzó con la victoria al menos en el imaginario colectivo de la población que le levantó la mano en un promedio de 2 a 1.
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Por otro lado, la actuación del presidente, Joe Biden le permitió al republicano acicatear la idea sobre la incapacidad mental y la maltrecha salud del ocupante de la Casa Blanca para seguir despachando en la Oficina Oval.
Los traspiés de Biden y lo errático que se mostró por algunos momentos sembraron la idea en los espectadores que ya no debe seguir dirigiendo los destinos de Estados Unidos.
La segunda
La segunda victoria de Trump vino el fin de semana cuando Joe Biden se negó a renunciar a su candidatura. Desde el sábado pasado el presidente se reunió con su familia y asesores más importantes y desestimó la posibilidad de bajarse de la contienda.
Con ello le cerró la puerta a eventuales reemplazos como el gobernador de California, Gavin Newsom; la vicepresidenta, Kamala Harris; la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer; y el gobernador de Illinois, JB Pritzker.
El triunfo que obtiene Donald Trump se debe a lo debilitada que se encuentra la campaña de Biden lo que le limpia el camino para llegar a la Casa Blanca.
La tercera
La tercera victoria se la otorgó el lunes la Corte Suprema de Estados Unidos al determinar que los actos “oficiales” de Donald Trump como mandatario están protegidos, aunque no los “no oficiales”. El manto de la inmunidad cayó sobre Trump.
Con ello podrá demorar los casos judiciales en su contra relacionados a los intentos por revertir las elecciones de 2020 y el asalto al Capitolio, para lo cual utilizó al Departamento de Justicia y presionó al entonces vicepresidente Mike Pence para que le hiciera perder la elección en la certificación electoral el 6 de enero de 2021.
La decisión de la Corte Suprema le permitirá a Trump evitar asistir a otra Corte antes de los comicios del 5 de noviembre.
Así, en caso de obtener la victoria electoral podría usar sus poderes como presidente para sabotear los procesos judiciales, ya sea autoindultándose o presionando al Fiscal General para
desestimarlos.
Incluso, podría hacer lo mismo en la Corte estatal de Nueva York pidiendo la anulación del veredicto del jurado que lo encontró culpable en el juicio por el soborno a la actriz Stromy Daniels.
A querer o no, una buena parte de la clase política estadunidense sigue allanándole el camino a Donald Trump para que regrese a la Casa Blanca. En caso de que esto suceda deberemos encender las alarmas a nivel global. Al tiempo.
Profesor Tec de Monterrey
@contodoytriques