Las remesas que envía la paisanada avecindada en Estados Unidos hacia México se significan como la segunda fuente de divisas de nuestro país, apenas abajo de la Inversión Extranjera Directa.
Sin duda, estos miles de millones de billetes verdes que llegan a México juega un papel fundamental en la economía nacional y familiar.
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Este año se proyecta que recibiremos 65 mil millones de dólares remeseros. Esta cantidad, aunque es enorme, es solo una parte de los 324 mil millones de dólares que los 37.7 millones de mexicanos de primera, segunda y tercera generación aportan anualmente a la economía estadunidense, cifra
equivalente al PIB anual de Colombia.
Estas cifras millonarias podrían sufrir un descenso en caso de que las condiciones del empleo en la Unión Americana no mejoren. La pérdida de puestos de trabajo en el primer semestre de 2024 ya ha provocado que el flujo remesero hacia nuestro país muestre una pequeña desaceleración.
Según un reporte de Citibanamex publicado la semana pasada, las remesas a México moderaron su dinamismo durante el primer semestre de 2024, y aunque mantienen sus niveles históricos al acumular 31 mil 343 millones de dólares de enero a junio, en términos de crecimiento anual se observó menor
impulso.
En el mismo periodo de 2022 crecían a un ritmo de 13.4 por ciento; en 2023, a 9.4 por ciento, y en el primer semestre de 2024, la tasa de crecimiento fue de 3.6 por ciento (La Jornada, 15 de agosto de 2024).
Sin duda, un enfriamiento de la economía estadunidense, el aumento en la inflación, la menor generación de puestos de trabajo y el incremento del desempleo están impactando el envío de remesas. El último dato del desempleo en Estados Unidos indica que subió de 4 a 4.1 por ciento.
Si tomamos en cuenta que el mayor número de remesas llegan a México procedentes de California y Texas, y en estos dos estados las condiciones económicas y el empleo no han tenido buenos resultados este año podemos entender el fenómeno.
En California el desempleo es de 5.2 por ciento; y en Texas es de 4 por ciento. El número de trabajadores mexicanos en Estados Unidos, según el reporte citado, pasó en el primer semestre de 2024 de 18.5 millones a 18.2 millones en julio.
De no cambiar las condiciones económicas de la Unión Americana, se prevé que el crecimiento de las remesas este año sea de 4.1 por ciento, importante cifra sin duda, pero muy por debajo del ritmo de crecimiento que veníamos experimentando en los últimos tres años.
Debemos entender que la dinámica remesera no responde a una lógica económica y social estable y permanente, por el contrario, es necesario entender que el envío de estos recursos por parte de los mexicanos a sus familias depende de muchas variables no solo económicas y sociales, sino también políticas, de seguridad y legales.
Profesor del Tec de Monterrey
@contodoytriques