La película de Brady Corbet encanta con una oda a la arquitectura y a los sueños posguerra. La cinta se apoyo en la inteligencia artificial para retocar diálogos y diseños. ¿El uso de IA quita arte al cine?
La película “The Brutalist” es densa, pesada, aburrida por momentos, también es bella visualmente, una oda rodada de manera analógica y con una estética que recuerda a las grandes epopeyas cinematográficas.
La obra de Brady Corber, plasma en tres horas y media de duración, temas como la resiliencia, la esperanza y el costo personal de perseguir sueños en un mundo que aún arrastra las cicatrices de la guerra.
El director Brady se toma su tiempo para contarnos la historia de Laszlo Toth, un arquitecto con el sueño de encontrar el éxito en Estados Unidos, lo que se transforma en una lucha contra los intereses de un poderoso industrial, interpretado por Guy Pearce.
La película no es simple de ver, son de esos trabajos que si no te enganchan en los primeros minutos, lo más seguro es que no la disfrutes.
La actuación de Adrien Brody es buena, pero en lo personal me pareció superior el trabajo de Ralph Fiennes en la película “Cónclave”, otro actor que destacó por su buen trabajo es Sebastian Stan en “El Aprendiz”, que aún que la película es de flojera, las actuaciones son buenas.
La película “The Brutalist” aún se proyecta en algunas salas de cine y en un par de meses estará disponible en la plataforma de Max.