El gran Luis Buñuel afrontó el tema de los celos patológicos de una forma admirable en esta ejemplar película.
Un asunto que podía dar como resultado un aburrido folletín se convierte en un arrebatador, la película “Él” de 1953nos lleva al mundo de Francisco Galván de Montemayor (Arturo de Córdova), un hombre adinerado de apariencia tranquila, conservador, religioso y virgen, como cada Jueves Santo asiste a la ceremonia del mandatum, el lavatorio de pies que el sacerdote efectúa con singular delectación.
Al ver los sensuales pies de una joven sentada en primera fila se queda prendado de su serena belleza. Francisco logra averiguar que la mujer de sus sueños se llama Gloria y va a contraer matrimonio con un viejo amigo suyo.
Tras invitarlos a una fiesta en su mansión, conquista a Gloria (Delia Garcés) y se casa con ella. A partir de la misma noche de bodas, los celos lo transforman en un ser obsesivo y paranoico, que sólo ve el asesinato y la mutilación como una solución a su locura.