Las consecuencias planetarias derivadas de la ideología y forma productiva capitalista son cada día más palpables. Animales humanos y no humanos sufren en medio del desarrollo del capital.
La supuesta necesidad, impuesta por los complejos empresariales globales de producir y consumir mercancías a gran escala se ha expandido a nivel planetario y esta imposición ha generado lo que hoy se conoce como cambio climático.
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A pesar de conocer esta realidad, todas las operaciones capitalistas que transforman relaciones entre diversas formas de vidas en meras relaciones de producción y mercancías se normalizan.
Esta normalidad tiene detrás un sin numero de sufrimiento y dolor, principalmente de animales no humanos.
El último Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) señala que hasta la mitad de las especies de animales terrestres corren el riesgo de extinción a causa del cambio climático.
Por su parte la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) muestra que son más de 41 mil especies las que están amenazadas de extinción: 37% de los mamíferos se encuentran en estas listas, 41% de anfibios, 37% de tiburones y rayas, 28 % de crustáceos, 13% de aves y 21% de reptiles.
Estos animales “silvestres” efectivamente sufren y sufrirán las consecuencias, inevitables, de las ideologías y prácticas desencadenadas por este sistema que nos amenaza con aniquilarnos (Adorno y Horkheimer, 2014).
La relevancia que supone la extinción de especies debería estar vinculada con “el sufrimiento del animal en sí”, y no, como comúnmente sucede con el beneficio o agrado que provoca en nosotros su existencia.
Esto se traduciría en cambios y acciones que tuviesen en cuenta los intereses y vidas de los animales. Se les dejaría de imponer adjetivos al concepto de animal, como animal “en peligro de extinción”, “silvestre”, “doméstico”, “de compañía”, “de laboratorio”, “de entretenimiento” o “de abasto”.
Todos importarían, porque todos son capaces de padecer dolor o sufrimiento, incluso se atendería en primer lugar el dolor y sufrimiento innecesario que se inflige a millones de animales: los llamados animales “de abasto”.
Por poner un ejemplo: Chartham House, the Royal Institute of International Affairs, estima que la distribución global de biomasa de mamíferos y aves está conformada principalmente por los animales que se encuentran en las granjas industriales.
Solo el 4% de los mamíferos se encuentran en estado silvestre, otro 60% se encuentra en las granjas industriales y los humanos conformamos el 36%.
En cuanto a las aves, se estima que el 71% se encuentra en las granjas industriales y solo el 29% son silvestres (Benton, Bieg, Harwatt, Pudasaini and Wellesley, 2021).
Los daños que trae consigo el cambio climático para los animales “silvestres” importan, y deben ser atendidos de manera urgente, en beneficio de sus vidas.
Pero también debería llamar nuestra atención el sufrimiento de los demás animales que son depreciados e ignorados comúnmente por haber sido categorizados arbitrariamente como “de consumo”, no solo porque son los que más sufren en cualidad y cantidad, sino principalmente porque este sufrimiento es innecesario.
La deshumanización que Immanuel Kant previó si se ejercía crueldad hacia los animales, se hizo realidad permanente en los últimos siglos.
Es verdad, el cambio climático posibilita la extinción de animales y esto supone un daño para ellos. Pero también existe un daño que podemos detener y dejar de justificar: el sufrimiento innecesario hacia otros millones de animales conceptualizados como “de consumo”.
Bibliografía:
Adorno,Th. y Horkheimer, M. (2014). Hacia un nuevo manifiesto, Argentina: Eterna cadencia.
Chartham House, the Royal Institute of International Affairs: https://www.g20-insights.org/think_tanks/chatham-house-royal-institute-international-affairs/
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) https://www.ipcc.ch/languages-2/spanish/
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza: https://www.iucnredlist.org/es/
Muy cierto, la explotación de los animales en sus distintas formas nos está llevando a un punto de no retorno en términos ambientales. El cambio climático, la crisis de biodiversidad y las enfermedades zoonóticas emergentes son solo síntomas de la misma relación enfermiza con el planeta.
Excelente, me encantan las columnas de los miércoles porque invitan a reflexionar profundamente. Estoy deacuerdo, es importante darle valor y respeto a cada vida, sin importar la especie a que pertenezcan. . Simplemente dejar de verlos como objetos ó recursos. Es momento de tomar decisiones que beneficien a todxs los que habitamos este planeta.
Impresionantes los datos, precisamente François Hartog en su más reciente libro dice que vamos hacia una sexta extinción masiva de las especies, ya no provocada por cuestiones naturales, sino por el ser humano y como menciona este artículo, principalmente por el capitalismo.
La explotación industrial de millones de animales para consumo requiere que otros animales pierdan su hábitat, mueran o sean desplazados de manera forzosa. Es insostenible y cruel seguir comiendo animales
Excelente nota. Nos pone al tanto de que las actividades que explotan a los animales no humanos, principalmente la cría industrial, representa no sólo un peligro para la existencia de muchas especies, sino una serie de daños, que van desde el dolor hasta la muerte, a los animales considerados individualmente. Estoy de acuerdo con la idea de que el valor de los animales no depende de que sean categorizados como “de consumo”, “domésticos”, “silvestres” o pertenecientes a “especies invasoras”. Si los animales son iguales en lo que hace a su capacidad de sufrir y a la posibilidad de verse afectados por la pérdida de su vida, entonces debemos reconocer los mismos deberes hacia ellos.
La industria de la carne realmente nos está afectando a nivel mundial, aún estamos a tiempo de realizar pequeños cambios personales para el bienestar común
Es un texto muy importante que invita a la reflexión de la relación que guarda el calentamiento global y la explotación de millones de animales para el beneficio de los seres humanos. Tanto animales humanos como no humanos seguiremos padeciendo las consecuecias de la relación fracturada que los primeros hemos tenido con la naturaleza y los demás animales si no cambiamos nuestros hábitos de consumo.
Los números son impactantes, uno sabe o estipula un aproximado pero el verlo tan explícitamente es impactante. Nada cabe duda que es urgente que la población opté por un pensamiento más empático y consiente.
Todos los días pienso en la inmensa crueldad hacia millones y millones de seres vivos que son matados y torturados para que los humanos se los coman sin remordimiento alguno. Me afecta ver imágenes con crueldad animal ya que no hay personas que aboguen por ellos y lo peor de todo, no se pueden defender!!!