“Anora” nos lleva a la comedia y al drama, con un buen ritmo y narración; también con un mensaje marcado acerca de las clases sociales y sobre lo importante de la vida y lo superficial.
La película es escrita y dirigida por Sean Baker, y narra la vida de Anora “Ani” Mikheeva (Mikey Madison), que se gana la vida como stripper, que trabaja en un club de Nueva York y que reside en Brighton Beach, un barrio poblado en su mayoría por rusos.

“Ani” le cambia la vida radicalmente cuando conoce a un nuevo cliente del club, Vanya (Mark Eydelshteyn), quien se encapricha con ella y le ofrece una suma elevada de dinero a cambio de tener encuentros sexuales en su mansión.
La relación es como un cuento de hadas, Ani y Vanya, viven entre lujos y excesos, fiestas, drogas y viajes en jets privados. Después de pasar varios días juntos, el joven le pide matrimonio y se casan en Las Vegas.

El drama comienza cuando los papás de Vanya se enteran del matrimonio, y si bien la historia la hemos visto muchas, como en la telenovela “Rosa Salvaje” con Verónica Castro, y en otras mil novelas de Televisa.
También en la vida real se vio está historia cuando Britney Spears se casó en Las Vegas porque estaba aburrida, al menos eso dijo la cantante. La historia de la película me hizo recordar por ejemplo “True Romance” de 1993, “Bella de Día” de Buñuel o el clásico “La Mujer del Puerto” de 1934 y claro que también “Mujer Bonita” con Julia Roberts.

¿Que hace especial al filme de Anora? En lo personal me gusta la película, y la vería otra vez, pero no es una cinta de culto para ganar 5 premios Oscar. Por momentos senti que era larga, como la búsqueda en la noche, que es cansado ese momento.
Pero tiene magia, química entre los actores, la narrativa, la fluidez, la cinematografía es muy bella, y su crítica al sueño americano, al clasismo, hacen que sea una buena opión para disfrutar.

También en lo personal, creo que le faltó profundidad en los personajes. Aún así, la película de “Anora” es buena, recomendable, y con un buen final.