La jerga popular, los olores de comida, los colores de la fruta, verduras, y delicias como una jericalla o un tejuino, hacen de los mercados mexicanos una experiencia única y grata.
Ir a surtir la despensa del hogar a un mercado es un festín de olores, colores y una cascada de frases, dichos, dicharachos, humor mexicano y el doble sentido en su máxima expresión. El de los tacos que se le conoce como el güero, que es el mismo adjetivo que utiliza para atender a sus clientes, “que le doy güerita, como santo Tomás, ¿Le pongo de cabeza?”, “Con cebolla o vas echar lío”, está última pregunta es para los que van acompañados de su pareja, o cuando te da tu orden la pregunta obligatoria: “¿le pongo salsa o prefieres bachata?”.
Después de tres de tripa con harta salsa de tomate y una pepsi, como le dicen ese local, una flor de andamio, fui a surtir la lista de faltantes. Llegué al local de frutas, donde la familia atiende, el señor que grita “va’querer fruta o se va ir a la verdura”, misma frase que tiene en cartulinas con el precio en algunos productos; la señora cobra y sus hijos despachan, dirigiendo a las dama como hermosa, preciosa o reinita, y a la hora de cobrar, solo te dicen pase con la cobrona que es mi madre.
Dos pasillos adelante, el de las verduras, que de forma sorpresiva grita asustando a mas de un despistado: “chiles pa’ rellenar señoras, venga compré también cebolla y jitomate”, “aquí los kilos de son de mil 100 gramos, y como enfrente que son de 800”.
Y dónde venden semillas, cereales y chiles, el dueño es muy serio, pero su equipo de trabajo hace el ambiente para que sea uno de los locales más concurridos. Al solicitar un frijol peruano, de inmediato el joven que me atendía me preguntó, ¿Quiero el frijol en saco o kiliado?, Mi respuesta al albur solo fue, mejor te doy la lista para que tú la surtas.
La verdad, para que ponerse a las patadas con Sansón. La jerga que utilizan es maravillosa, envuelta de creatividad, habilidad y que hacen que que su jornada laboral sea menos pesada; dando un ejemplo de disfrutar el trabajo y hacerlo ligero. Como dice la señora de la yerberia, tome manzanilla para la alegría o té de hojas de zapote si anda de amargadote.