El lente de una cámara funciona a través de un solo enfoque, teniendo una situación genérica el lente solo mira a un solo lugar. Y eso es lo único importante, pues es lo que transmite, así funciona la vida.
De pronto tenemos mil situaciones complicadas en nuestra vida y nos llenamos de cada una de ellas, dejando de lado las otras tantas, que no son complicadas, pero nuestro visión esta dirigido a lo malo.
¿Qué pasaría si enfocamos nuestra energía únicamente a lo positivo? ¿Qué pasaría si hoy solamente ves lo bueno que tienes? ¿Qué hay de tu vida si hoy gradeces lo bello que te rodea?
Puede que digas, “oye, pero no hay nada bueno en mi vida…” a lo que te pido hagas un análisis.
Hoy estas respirado, hoy el cielo te brinda un paisaje, hoy tomaste café caliente, tu comida esta rica, tienes algún amigo que siempre está, tal vez una pareja, un abuelo, o simplemente te tienes a ti mismo. Hoy agradece lo más simple y sencillo, la vida.
Agradece antes de pedir, antes de quejarte, antes de preocuparte, antes de ver lo vacío. Agradece con el alma y de forma genuina. Tal vez con esto no simplifique todas las cosas que te preocupan, pero cambiará tu energía y si cambias desde adentro, lo externo comenzará a fluir de forma distinta.
Brilla y brilla intenso.
Brilla que al final de cuentas, todos terminaremos de la misma forma, entre gusanos y tierra. Mientras, disfruta el camino que nada es para siempre, ni lo malo, ni lo bueno.