Como ha sucedido en otras ocasiones, el Parlamento Europeo se ha manifestado en torno a una grave y violenta situación en México, el asesinato de periodistas.
Lo mismo hizo, por ejemplo, con respecto a los feminicidios en nuestro país. No es pues, la primera vez que los europarlamentarios manifiestan su postura sobre algún aspecto de nuestra República.
En esta ocasión, como en las anteriores, tienen elementos suficientes para mostrar preocupación sobre la violencia ejercida contra los comunicadores y la difícil realidad en la que deben realizar su trabajo,
Afirman que nuestro país es la territorialidad más peligrosa del planeta para el ejercicio del periodismo, sin tener en cuenta los lugares donde se desarrolla algún conflicto bélico.
En lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador han sido asesinados 54 periodistas. Esto es una cosa, y muy otra, las afirmaciones a partir de sus percepciones sobre algunos aspectos del ejercicio gubernamental de la 4T.
Los europarlamentarios afirman que el presidente, López Obrador utiliza con frecuencia una retórica populista para denigrar e intimidar a los periodistas independientes.
A la vez, consideran que el discurso presidencial en las mañaneras constituye un entorno adverso para el desempeño de esa profesión, pues estigmatiza y genera una atmósfera implacable hacia los periodistas independientes.
Ya entrados en gastos, se meten a criticar la intención del gobierno mexicano de realizar reformas electoral, judicial y energética.
Los decires europarlamentarios muestran el claro interés de dar un espaldarazo a las empresas del viejo continente que se verían afectadas, sobre todo, con la reforma energética.
Así pues, el posicionamiento del Parlamento Europeo, me parece que atina en señalar la violencia que envuelve las condiciones del trabajo periodístico en México.
Pero pierde el piso cuando afirma que desde las mañaneras se propicia parte del ambiente de violencia contra los comunicadores.
Además de señalar lo contraproducente que pueden ser las reformas planteadas desde Palacio Nacional.
La respuesta del gobierno de la República la podemos diseccionar en dos partes: el fondo y la forma.
La primera, me parece que muestra la posición muy clara de la 4T de no permitir la injerencia de otras naciones en procesos internos de nuestro país.
En ese sentido, creo que la molestia del gobierno de la República se entiende en lo referente a las críticas sobre las reformas que hoy se discuten en el Legislativo, pero no puede dejar pasar los señalamientos sobre la violencia hacia los periodistas.
La forma del comunicado no deja duda que no fue la mejor manera de realizarlo, ni la más diplomática para encarar la posición del Parlamento Europeo.
El uso de adjetivos calificativos y señalamientos hacia las políticas de las naciones representadas en el Parlamento Europeo coloca al gobierno mexicano en el mismo nivel que muestran los europarlamentarios en algunos pasajes de su comunicado.
Al final del día, no debemos perder el foco de lo más importante: tener en México condiciones más seguras para ejercer el periodismo.
@contodoytriques