sáb. May 4th, 2024
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“Todo sube, menos los salarios”. Esta sentencia comienza a escucharse cada vez con más frecuencia.

Es marzo y la cuesta de enero no termina, muy al contrario, se hace más profunda exprimiendo los bolsillos de los ciudadanos.

La inflación no se detiene
Todo sube, menos los salarios

A la vez, se tambalean los proyectos de inversión de la iniciativa privada y del gobierno, así como los programas sociales.

Los discursos tranquilizantes desde Palacio Nacional no consiguen su objetivo y el nerviosismo de los mercados aunados a los primeros efectos de la invasión rusa a Ucrania disparan los precios de bienes, servicios, productos agropecuarios y energéticos como no se había visto en los últimos 20 años.

La inflación no se detiene
Se disparan precios de productos y servicios como no se había en los últimos 20 años

En febrero, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el índice inflacionario registró una variación de 0.83% respecto del mes anterior, cuando se ubicó en 0.59 por ciento.

De esta manera, la inflación general anual se ubicó en 7.28%, luego de que en enero fue de 7.07%.

También dio a conocer que el Índice Nacional de Precios Productor (INPP) total, incluyendo petróleo, registró un incremento mensual de 1.42% y anual de 9.83%, derribando las previsiones de los analistas y funcionarios de la 4T (El Financiero, 10/3/22).

Los analistas prevén que el Banco de México aumente 0.50 puntos porcentuales la tasa de referencia, actualmente en 6%, para anclar expectativas de inflación.

Aunque ya se comenzaron a sentir los primeros efectos del conflicto bélico en Ucrania, es claro que el mayor coletazo aún no lo hemos sentido.

Sin duda, esto traerá un mayor aumento en los precios del petróleo, granos y metales, además de afectar considerablemente, la ya de por sí sacudida cadena de suministros a consecuencia de la pandemia de covid19, todo ello aterrizará de emergencia en la producción en general.

A querer o no, este contexto explica que la inflación que estamos experimentando no es de la total responsabilidad del gobierno de la 4T, por el contrario, responde a un escenario más amplio y complejo, cuyas aristas, en muchos casos, escapan a la injerencia gubernamental.

No obstante, al final del día, lo que tenemos además del incremento en los precios es una incertidumbre sobre el futuro, lo que vuelve muy difícil realizar cualquier pronóstico para lo que resta del año.

En el mejor de los casos, los analistas y el gobierno federal tomarán con cautela sus proyecciones inflacionarias y de crecimiento económico para el cuarto año de la administración lopezobradorista.

Diga lo que diga el inquilino de Palacio Nacional, no son tiempos que permitan echar las campanas al vuelo mientras los meses continúan su inexorable camino en la segunda parte del sexenio que en términos inflacionarios y de crecimiento económico no pintan nada bien.

@contodoytriques


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Por Eduardo González Velázquez

Historiador y cronista. Profesor-Investigador de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobiernos del Tecnológico de Monterrey. Premio Jalisco de Periodismo 2009 y 2007. Autor de los libros: Con Todo y Triques, Frontal vertical, Ciudadanos a la mitad.

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