Vecinos de la base de la policía de Guadalajara que se ubica en Cruz se quejan que los uniformados no atienden sus reportes e incluso apagan las luces de las instalaciones.
![Omisiones y amores de la policía de Guadalajara](https://i0.wp.com/despertadoramericano.com/wp-content/uploads/2022/11/IMG_4495.jpg?resize=640%2C1014&ssl=1)
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Un vecino expresó que acudió a pedir apoyo a los policías pues le habían robado, tocó la puerta de la base, y nunca le abrieron. “No solo me ha pasado a mí, a varios de los que vivimos por la zona, y desde hace años”, aseguró.
Otro comentó que es común que los elementos se queden en sus vehículos afuera. “Yo he visto que están como 30 minutos y después se van, yo creo que hacen tiempo para calcular la hora en que deben salir”.
![Omisiones y amores de la policía de Guadalajara](https://i0.wp.com/despertadoramericano.com/wp-content/uploads/2022/11/base-cruz-del-sur.png?resize=640%2C365&ssl=1)
El polígono del amor
En tanto, personal de la policía de Guadalajara denuncian el favoritismo que ejerce el comandante del polígono 1 (centro histórico), Fernando Pérez Echeverría con su esposa Gabriela Noemí Montañez quien sí descansa cada semana y no acude a servicios.
El comandante Fernando Pérez “no permite que envíen a su esposa Gabriela con quien tiene pocos meses de casado, se vaya a patrullar con otro compañero, ni a otros servicios”, se quejan elementos.
También, aseveran que “a diferencia de nosotros, Gabriela descansa cada semana, mientras que nosotros podemos pasar hasta 60 horas laborando por semana y no nos autorizan irnos. Se pasan la bolita, y nos dicen que vayamos para pedir el permiso para retirarnos con el Sierra uno quien nunca está disponible”.
Otro dato que aportan los quejosos es que Gabriela y esposo no acuden a ningún servicio para evitar ser el primer respondiente.
Además, dicen que Fernando Pérez quien tiene 50 años, presume tener una esposa de 23 años a quien debe cuidar de todo y de todos, por lo que los uniformados mencionan que rebautizaron al polígono 1, como el “polígono del amor”.
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Violencia y muerte