Era sábado, no era un sábado más. Era el sábado 13 de diciembre de 1997, ese día nunca lo voy a olvidar, todos en la ciudad sonreían, el tema de conversación solo era uno: ¡Está nevando en Guadalajara!
Estudiaba un diplomado en periodismo, sonó la larma a las 7:00 de la mañana, hacía más fría del que estamos acostumbrados en la perla tapatía. Tomo una toalla. Cambio la toalla por una más grande, me doy un baño. Cuando salgo, todos en casa decian lo mismo: está nevando.
Era asombroso. La primera vez que nevo en Guadalajara fue a mediados de 1880. Nosotros éramos testigos de la magia de la naturaleza. Saco el abrigo del closet (carajo, huele a humeda. Nadie se dará cuenta), tomo una bufanda, preparo mi mochila y salgo a la escuela.
Ese día sería nuestra posada, haríamos un intercambio, todos acordamos que fuera de libros. Llegando al auditorio de la escuela, ahí solo hablábamos de los mismo: ¡Está nevando! Con café en mano, entramos a la clase del maestro Jaime García Elías.
Ese mismo día había un parteaguas en la televisión nacional, se emitió el primer Teletón organizado por Televisa. Lucerito se convirtió en la estrella del evento. En lo personal, no lo ví, estaba maravillado con el agua nieve que caía en mi ciudad, la cuidad de las rosas, cubierta en hielo.
Llegamos al bar museo taurino La Mestranza, zona centro, las damas ordenaron bebidas calientes, los caballeros cerveza algunos y otros pedimos vampiros. Se charlaba de todo y de nada, del frío, de la nieve, de cómo todos los ciudadanos portaban ese suéter, abrigo que rara vez utilizaban, pero ese día lo ameritaba.
Se realizó el intercambio de libros, entre tequila, risas y el abrazo de navidad. Tocó mi turno, regale el libro “el olor de la guayaba”. Minutos después recibí el libro “Noticia de un secuestro”. Conforme avanzaban las horas, aumentaba el frío.
Llego la noche, el frío era intenso, en la casa mi madre hizo chocolate espumoso, había pan dulce y todos reunidos veíamos la televisión, no recuerdo la película. La directora Yolanda Carbajal una vez me dijo: hay quienes hacen historia, y estamos los que escribimos la historia. Tanta razón tenía y nunca voy a olvidar ese sábado 13 de diciembre de 1997 que nevo en Guadalajara.