E.W. Hornung no solo fue el cuñado de Arthur Conan Doyle, sino el cerebro detrás de un giro literario magistral: la creación de A. J. Raffles, el arquetípico caballero ladrón.
Raffles nació como una sombra invertida del propio Sherlock Holmes. Posee el mismo ingenio superior, es un maestro del disfraz y, al igual que el detective, su historia es narrada por un leal compañero: Harry “Bunny” Manders. Sin embargo, Raffles emplea estas habilidades no para resolver crímenes, sino para cometerlos con estilo.
La Evolución del Ladrón Elegante: El Nacimiento de Arsène Lupin
La popularidad del ladrón de Hornung cruzó fronteras. En Francia, el editor Pierre Lafitte encargó a Maurice Leblanc la creación de un personaje con una inspiración clara: Raffles.
El resultado fue Arsène Lupin, otro caballero ladrón y un ícono de la literatura francesa. Lupin comparte muchas coincidencias con su predecesor, manteniendo la elegancia, la audacia y la habilidad para el escape.
El Círculo se Cierra: El Duelo entre Ladrones y Detectives
La conexión entre estos universos literarios se sella de forma definitiva con un enfrentamiento épico. En una de sus aventuras más memorables, Lupin no se mide contra un anónimo, sino que se enfrenta directamente a la caricatura del detective que inspiró su origen: “Herlock Sholmes”.
De esta manera, el círculo narrativo se completa: desde el detective Sherlock Holmes, pasando por su versión criminal Raffles, hasta el heredero francés Lupin, quien finalmente desafía a una versión espejada del gran detective.