A más de un año de haber llegado a la Casa Blanca y a menos de cinco meses de las elecciones intermedias que tienen a los demócratas en capilla, el presidente Joe Biden no ha logrado desmantelar la herencia de políticas antimigratorias de Donald Trump; además, al paso del tiempo se mira más cerca el regreso del republicano a la oficina Oval que la desaparición de su legado antimigrante.
El último revés a la administración Biden fue la decisión del juez federal, Robert Summerhays del Tribunal de Distrito en Lafayette, Luisiana, designado por Trump, que impidió el viernes pasado que el gobierno federal levantara este lunes 23 la aplicación del Título 42.
El juez Summerhays dictaminó que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) no pueden avanzar con un plan para desactivar las reglas de emergencia relacionadas con la pandemia de covid19 que permiten a los agentes fronterizos expulsar rápidamente a los migrantes a México o a sus países de origen por motivos de salud pública. Por lo tanto, los CDC continuarán expulsando a las personas migrantes.
Esto traerá como consecuencia dos cosas: más demoras para miles de personas que esperan la oportunidad de buscar asilo en Estados Unidos; y la permanencia de miles de migrantes en la frontera norte de nuestro país. La cifra de personas que esperan en México recibir asilo en el vecino del norte ya supera los 135 mil migrantes. Todo ello, es consecuencia de la vigencia del Título 42 y de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), conocido como Quédate en México.
No obstante, que la Casa Blanca no está de acuerdo con el fallo y que el Departamento de Justicia apelará la decisión, el Título 42 como medida de deportación rápida de migrantes “sin papeles” se mantendrá.
En el fondo, la decisión judicial que obliga a la Casa Blanca a mantener el Título 42 puede que no traiga consecuencias tan negativas para Biden puesto que según la encuesta de Político-Harvard, 55% de los adultos estadunidenses se oponen a poner fin al Título 42, así como 81% de los republicanos y 36% de los demócratas.
Aunque los CDC afirman que el Título 42 ya no es necesario para combatir el covid-19, razón por la cual se puede levantar, los críticos dicen que el gobierno no está preparado para manejar la oleada de migrantes que podría traer el fin de la orden. De hecho, el Departamento de Seguridad Nacional afirma que en caso de terminar con la vigencia del Título 42 tendrían que atender hasta 18 mil migrantes por día.
Por vía de mientras, las personas migrantes se miran en medio de la rebatinga político-judicial-electoral entre demócratas y republicanos teniendo como tinglado principal las campañas electorales que concluirán el 8 de noviembre. A no dudar, esa realidad lo único que genera es mayor vulnerabilidad para los migrantes quienes al paso de los días no tienen la seguridad de un lugar donde vivir.
@contodoytriques