El dominio, explotación, sufrimiento y matanza que padecen los animales no humanos en los actuales sistemas industriales y ganaderos no son hechos extraños ni ajenos a las fiestas venideras de fin de año.
Las huellas de sufrimiento de millones de animales que se utilizan para la cena navideña y de año nuevo desmienten los himnos de paz y amor que las simbolizan. Al contrario, se despliega toda una guerra contra estos animales.
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Se activan una serie de tácticas “eficientes” para reproducirlos, explotarlos y matarlos; se propagan ideologías que ocultan lo irracional de este consumo acompañadas de estrategias publicitarias que engañan o calman la conciencia del consumidor.
Hoy en día no son pocos quienes dicen rechazar el maltrato y crueldad animal, sobre todo de perros y gatos. Este rechazo quizás tenga su razón de ser en que la gente reconoce ciertas características de los felinos y canes domesticados que son análogas a las humanas: ser amorosos, amistosos, divertidos, comunicativos, cuidadosos o temerosos.
Pero no sucede así con los animales que son víctimas del placer innecesario y cruel: los animales de granjas industriales y la ganadería intensiva. Con ellos se realiza una gran matanza que tiene sentido para la gran mayoría de las personas porque desprecian a estos animales y están decididos a quitarles la vida, cortarlos en pedazos y comerlos con total indiferencia. Paradójicamente, en estas fechas decembrinas, estos actos no pocas veces están acompañados del cántico de noche de paz y de amor.
La industria bélica mundial en contra de los animales no humanos, mata cada segundo 3 mil animales para satisfacer este gusto culinario casi siempre innecesario y cruel.
Sin huellas de paz para estos y otros animales, las fiestas de fin de año muestran lo contradictorio y lo irracional que supone el cántico de “paz y amor”, pues existen las condiciones para alimentarnos sin causar perjuicio a otros individuos que sufren y quieren vivir.
Quién en su sano juicio (porque en el capitalismo por lo regular los juicios son malsanos) negaría que es injusto suprimir la existencia y dar muerte a los animales más nobles y dóciles como son pavos, vacas, cerdos, terneras, cabras, pollos, ovejas, peces o conejos que no causan ningún daño y no cometen ninguna injusticia hacia nosotros.
Llegará el día en que el anhelo de justicia se amplíe, exprese y materialice a través de este himno de “Noche de paz y de amor”, porque nuestras mesas no estarán compuestas del dolor, sufrimiento y muerte de animales que poseen una diferencia intrínseca que los hace únicos e irrepetibles.
Sus vidas importarán más allá de si nos gustan, sean parecidas a las nuestras o las entendamos. Mientras tanto, los cánticos navideños en las sociedades del desprecio se traducen en palabras vacías, huecas y de un horror inimaginable para millones de animales no humanos.
Gracias Nely, tus palabras siempre ayudan a desenmarañar esta tremenda disociación cognitiva de los animales humanos, y pasar velozmente de la palabra maravilla a crueles, sanguinarios, depredadores, psicópatas e imperturbables. Gracias💚🤍💙
Resignificar esta época para al reflexión de nuestro consumo y poner en práctica la compasión extendida a todo ser sintiente es fundamental. Gracias por tus palabras Dr. Nely.
Gracias por tu valiosa labor de informar y cambiar conciencias, queremos un mundo vegano y lo estamos construyendo para el presente y futuro de todos los animales 🙏💚
Las proclamas de “amor” y, más aún, “paz” serán menos que palabras vacías si en la mesa se ponen los cuerpos muertos, desfigurados, de animales a los que no se les trató con amor y quienes de antaño padecen los estragos de una guerra no declarada que la humanidad ha emprendido contra ellos. Solos, aterrorizados, hambrientos, sedientos, aburridos, en pocas palabras, privados de una vida digna de ser vivida, estos animales son criados sólo para pudrirse en nuestros estómagos, cestos de basura o refrigeradores. En fin, gracias por tus palabras, Nely. El mundo para los animales será mejor toda vez que haya gente como tú defendiéndolos.
¡Concuerdo! El amor por los animales, como se suele catalogar por muchos, es especista y excluye a los animales de consumo que con normalidad son asesinados y violentados, pero nadie habla de eso, especialmente en estas festividades. Vivimos en una burbuja donde la ignorancia premia.
Excelente artículo. Espero que algún día tengamos una verdadera Navidad libre de crueldad animal y congruente con los ideales de amor y paz.
Muy sencilla y elocuente explicación.
Aunque los festejos navideños son mucho más antiguos que el capitalismo, es en este sistema donde se agudiza y lleva al extremo la insensibilidad del ser humano, deshumanizándolo profundamente,. Así, se obliga a todas las personas
mediante todo tipo de propaganda comercial o religiosa a ser felices y demostrarlo mediante regalos, compras, pues. Lo que en el fondo lata o esté en cada persona no tiene importancia para esa celebración. Así las cosas, a este sistema le es totalmente indiferente el sacrificio de todos los animales que haya que sacrificar y torturar para posibilitar esa noche de “paz y amor” decidida ya de antemano e impuesta con ese carácter al conjuntio de la sociedad.
Cualquier manifestación de auténtico amor y franternidad entre los seres humanos tiene que pasar por la denuncia de las crueldades y torturas infligidas a estos millones de animales, la eliminación de estos maltratos es condición indispensable de la libertad y la justicia.
Espero estas palabras sirvan para comprender que podemos pasar nuestras fiestas, incluso la vida entera, sin necesidad que crueldad hacia todos los animales no humanos.
Muy buena reflexión, agradezco siempre estas letras. Que el mensaje llegue cada vez más lejos.
Hola Nely, espero y deseo que todos tus esfuerzos en algún momento rindan frutos, es esencialmente importante que la mayoría de las personas cambiemos esa mentalidad en favor al 100 % de los animales no humanos, al no maltrato, al no abandono.
Ciertamente es muy triste la desgracia que viven estos seres, estás realidades que se censura disfrasandolas, donde el interés gobierna por encima de lo correcto, y el hecho de que apunten a la gente a burlarse de eso es aún más triste, las vidas no son desechables.
Pinos de plástico, regalos hechos a mano y comida verdaderamente feliz, si no entonces solo es navidad, sin lo feliz :c
Ojalá que cada vez más personas y familias dejen de celebrar con el sufrimiento de los animales no humanos. Gracias por hablar de esta situación que tantos eligen ignorar.
Una forma sencilla de entrecomillar un presupuesto que rige (al menos en teoría) las prácticas religiosas de buena parte de la población. Crucemos los dedos para otr@s noten estas inconsistencias entre pensar, decir y hacer, y más que eso, que no sea una disonancia cognitiva más…
Fuertes y claras palabras de la Dra. Nely, siempre invitándonos a la reflexión y búsqueda de coherencia entre nuetras creencias y nuestros hábitos. No hay una verdadera celebración mientras haya cadáveres en la mesa. La genuina noche de paz comienza en el plato. No es posible que se hable de amor y buenos deseos cuando millones de seres sintientes son brutalmente asesinados solamente para satisfacer el placer efímero de muchas personas. Paradójicamente también hay muchos humanos que no tienen siquiera acceso a los alimentos en la emblemática navidad.
Excelente trabajo Dra. Nely, tu visión que nunca se quiebra y es fuerte y positiva a favor de todos los animales siempre me lleva a reflexionar más allá de mis pensamientos y deseo también que llegue a lo profundo en las personas que tengan la oportunidad de leerlo y se decidan a realizar un cambio que pueda marcar la diferencia.
un excelente análisis, ojalá estas fiestas sirvan para re pensar el trato que damos a los demas animales
Estoy completamente de acuerdo con la autora. Los seres humanos somos totalmente contradictorios. Por un lado queremos paz y amor para todos pero por el otro lado, somos voraces y no queremos ver el sufrimiento que ocasionamos a nuestras especies hermanas al consumirlos. No entiendo esta falta de empatía y el hedonismo que surge del dolor ajeno. Debe de haber un componente muy oscuro que propicia todo este tipo de acciones. La comodidad y el placer antes de cualquier cosa. Somos muy egocéntricos. Y lo peor es que con este grado de industrialización y matanza, nos estamos destruyendo a nosotros mismo. Escupimos al cielo no importando que después nos caiga el gargajo en pleno rostro. No importa el mañana.
👏🏽No se pudo explicar mejor, la humanidad debe entender que debemos respeto y cuidado al resto de animales, independientemente de lo que podríamos obtener de ellos, sea compañía, placer estético o sus cuerpos para alimento.